El avance de las nuevas tecnologías ha provisto a la población de una gran cantidad de ventajas y facilidades. No obstante, también está comenzando a suponer un peligro importante para la seguridad de las empresas. La seguridad informática es imprescindible para que las compañías se adapten al Derecho de las Nuevas Tecnologías.
Cada día aumenta el número de intrusiones en sistemas informáticos, a nivel de usuarios anónimos y empresas. Pero ¿por qué querría alguien entrar en elsoftware de una empresa? La respuesta es fácil: por los datos.
Las bases de datos de las empresas guardan una gran cantidad de datos de sus clientes. Tanto informaciones personales como bancarias. Por ello, los delincuentes de Internet tratan de adentrarse en los servidores de las empresas. Para cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal y Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico, las empresas deben tener un antivirus que evite estos ataques. La LOPD y LSSICE se crearon para preservar los derechos de los ciudadanos a proteger sus datos y obligar a las empresas a que los protejan. Por esta razón, las empresas cada vez se preocupan más por la seguridad informática. Estos ataques los protagonizan los malwares, es decir, los malicious softwares. Existen varios tipos de malwares.
En primer lugar, el troyano bancario, que tiene cada vez más subtipologías. Este tipo de malware está diseñado para captar la información relativa a transacciones comerciales y datos bancarios del afectado.
Otros tipos son los spywares y adwares. Estos son utilizados, sobre todo, en teléfonos móviles, en forma de aplicación. Son softwares espías cuyo funcionamiento se basa en la instalación de la aplicación y monitorización de los usos que hace el usuario del soporte. Claro está: sin su consentimiento.
De esta forma, se demuestra el cambio radical que han experimentado los malwares actuales. Antes, los virus trataban de bloquear o borrar la información del equipo. Ahora, se dedican a exportarla con el fin de sacar beneficio de ello.
Por ello, se hace tan sumamente importante proteger los sistemas informáticos. Esto solo puede conseguirse mediante antivirus. No obstante, es recomendable acudir a una consultoría de protección datos, para conseguir información acerca de cuáles son las compañías de antivirus que se han adaptado a los nuevos virus. Al igual que el tipo de virus ha cambiado, el funcionamiento de los antivirus también lo ha hecho. Antes, estos programas de protección comprobaban las firmas de los programas que eran descargados y, si pertenecían a una firma malware, impedían su descarga.
Ahora, esto es insuficiente. Por ello, analizan los patrones de conducta de los usuarios y evitan que se ejecuten procesos peligrosos alertando al administrador de la red. Por tanto, la seguridad informática es un punto clave en cualquier empresa. De esta manera, adquiere una gran importancia la elección de un antivirus actualizado capaz de combatir a los nuevos malwares.
Hay que preservar los derechos de los clientes y usuarios y, para ello, hay que cuidar la seguridad física e informática de las compañías y empresas.
