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La LOPD y la protección de los adolescentes

La entrada en vigor de la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) ha supuesto un cambio radical en la legalidad acerca de la tenencia y difusión de los datos personales.

Uno de los grupos que se encuentra en riesgo de que sus datos sean erróneamente tratados son los adolescentes y niños. Ya que son quienes más consumen Internet en la actualidad.

En primer lugar, algo que la mayoría de la población desconoce, es que los adolescentes no pueden dar sus datos personales sin la justificación de sus padres. Es decir, un chico de 14 años que quiera darse de alta en una red social necesita la autorización de sus padres para rellenar algunos de los campos de información que se requieren para ello.

Debido a esta desinformación que existe acerca del Derecho de Nuevas Tecnologías, la LOPD y la LSSICE, es beneficioso contar con algunas pautas de actuación.

Consejos para usar Internet

En primer lugar, no se puede olvidar que en cada ocasión que te pidan datos personales, te tendrán que decir para qué los quieren. Normalmente, esta información viene recogida en el botón que pone «Política de privacidad» o «Aviso legal». Aunque todo el mundo pasa por alto este contrato, lo más recomendable es leerlo para saber qué pueden hacer con los datos que se den.

Tampoco se debe perder de vista el sentido que tiene que se requieran ciertos datos. Por ejemplo, si se quiere hacer un registro en una red social, no tiene sentido que pidan datos como la dirección o el número de teléfono, por lo que no debemos revelarlos.

Otro consejo útil en el uso de Internet es no olvidar que los datos de terceras personas, ya sean desconocidos, familiares o amigos, no deben difundirse en Internet. Hacer esto es ilegal y sería posible denunciar a quien lo hiciera.

Existe una distinción acerca de datos especialmente protegidos, que hacen referencia a la salud o la ideología. No obstante, cualquier dato que resulte realmente importante para la persona no debe ser revelado, porque todo lo que se refleja en la red, deja constancia.

Algo que debemos tener muy claro es que los datos que damos no pueden acabar en manos de terceros. Es decir, la LSSICE especifica que aquellas empresas que hayan obtenido datos personales de sus clientes, no pueden difundirlos. Simplemente pueden consultarlos para su actividad empresarial, pero, bajo ninguna circunstancia, estos pueden ser transferidos a otras empresas.

Por ello, es importante leer la Política de Privacidad y el Aviso Legal, ya que será la única manera de saber qué estamos autorizando a hacer con los datos que se dan.

Además, toda persona tiene derecho a rectificar, cancelar u oponerse a que se tengan ciertos datos. Si en algún momento se da el consentimiento para que una plataforma en la web o una empresa tenga datos personales, es posible retirar este consentimiento en cualquier momento.

Una consultoría de protección datos puede ayudar a este respecto, ya que es el lugar ideal para conseguir información al respecto y emprender acciones legales en caso de que fuera necesario. No obstante, es posible obtener más información aquí.

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