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Geolocalización: ¿cómo funciona?

La geolocalización hace referencia a la capacidad de conocer la ubicación geográfica exacta de cualquier objeto. Localizando este objeto, se conoce la situación geográfica de la persona que lo porta. En el mundo actual, esta capacidad tiene enormes ventajas, pero también es una amenaza a la privacidad.

Cómo funciona y cómo puede vulnerar el Derecho de nuevas tecnologías

Básicamente, dispositivos como teléfonos móviles u ordenadores se conectan a la red desde diversos puntos de acceso, como una antena, un router de wifi, etc. Conocida de antemano la ubicación geográfica de estos puntos de acceso y utilizando diversas fórmulas matemáticas como la triangulación, pueden ubicarse estos objetos y las personas que los portan con una gran precisión.

Otras formas de geolocalización que pueden contravenir la LOPD

Las compañías han creado otras muchas formas de geolocalización que generalmente son desconocidas y que pueden vulnerar el derecho a la intimidad. Un ejemplo son las fotografías realizadas con los móviles que pueden ir acompañadas de metadatos. Estos metadatos, basándose en la geolocalización del móvil, informan de la ubicación exacta donde se realizó la fotografía. Si esa imagen pasa a las redes, se podría averiguar dónde fue tomada la fotografía.

Muchas aplicaciones necesitan de esta geolocalización para su funcionamiento, por ejemplo, los GPS utilizados en los coches para poder trazar rutas. Sin embargo, en otras no está tan claro y muchas empresas pueden aprovecharse de la geolocalización sin ser consciencia por parte de quienes son objeto de ello.

Cualquier empresa de telefonía o de asistencia de navegación por carretera podría seguir los pasos de cualquier persona y utilizar esta información para su provecho. Es una información que pertenece al ámbito de la privacidad. Por suerte, en el Derecho de las nuevas tecnologías existen leyes para regular y proteger la información privada.

Leyes del Derecho de nuevas tecnologías que protegen nuestra intimidad

LOPD

La Ley Orgánica de Protección de Datos: esta ley dota de derechos a los usuarios con respecto al uso que pueden dar las compañías a la información privada. También establece una serie de derechos que los usuarios tienen con respecto a la información que han generado y que se encuentra en poder de las empresas privadas. Con estos derechos, los usuarios podrían solicitar que su información sea modificada o incluso borrada.

LSSICE

Es la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico: el objetivo de esta ley es regular el funcionamiento de las empresas que realizan su actividad en Internet de tal forma que no haya un vacío legal que permita a estas empresas abusar y estafar a los usuarios.

Con la geolocalización puede perderse parte del derecho a la intimidad y ahí surge el conflicto entre derechos particulares y necesidad de datos de las compañías para mejorar sus servicios o sus beneficios.

Una consultoría de protección de datos puede ser de gran utilidad para comprender dónde está la diferencia entre el uso leal y legítimo de los datos personales y aquel uso que puede ser delictivo o causar un claro perjuicio. En un mundo tan cambiante, a veces es necesario contar con un asesoramiento profesional para afrontar la defensa de los derechos individuales.

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