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¿Cómo evitar ‘trolls’ en Internet?

Los ‘trolls’ se han convertido en el fenómeno más molesto a la hora de navegar por Internet. A ellos tienen que enfrentarse por igual usuarios en su tiempo de ocio y community managers en su jornada laboral, ya que el ámbito en el que suelen moverse son las redes sociales y los foros.

Se les reconoce por publicar mensajes provocadores que están fuera del tema a debatir en la comunidad. Su principal intención suele ser molestar y provocar una respuesta negativa en los miembros de dicha comunidad. Por ello, es importante saber cómo reaccionar ante la acción de un troll y conocer los mecanismos para combatirlos.

Uno de los primeros pasos a dar es conocer el perfil de un ciberacosador en redes sociales. Su número de seguidores determinará la acción a llevar a cabo. Si el número es bajo, podremos obviar sus incursiones. Si, por el contrario, cuenta con multitud de seguidores, es conveniente tratar de responderle de forma lógica y zanjando el tema negativo que haya sacado a colación. No es recomendable borrar los mensajes de un ‘troll’, ya que esto atentaría contra la tan preciada libertad de expresión que defienden los usuarios de la red.

En relación con este último punto, es importante destacar el llamado ‘efecto Barbara Streissand’. Se llama así a cualquier contenido que se hace viral y más conocido al llevar a cabo una acción para tratar de ocultarlo. Igualmente desaconsejable es pedir al troll que retire sus comentarios,ya que los restantes usuarios de la comunidad podrían verlo como una censura reprobable.

Normas para interactuar con un ‘troll’

Si se llega a la determinación de contestarle al ‘troll’, esta acción ha de ser meditada. Además, es recomendable contestar en tono positivo e, incluso, irónico. Esta actitud es mucho más efectiva ante un ataque y la comunidad lo agradecerá. Comenzar una ‘batalla campal’ de contraacusaciones no se puede permitir: lo importante es no retroalimentar su juego. Aportar valor en la contestación, argumentar, ser honestos y respetar las normas ortográficas jugará en nuestro favor y dejará desarmado al ‘troll’.

La ley protege ante los ciberacosadores

Una actitud recurrente de un ‘troll’ puede ser motivo de bloqueo o, incluso, de denuncia. Dependiendo del tono de los mensajes del ‘troll’ y del contenido de los mismos, este puede incurrir en un delito. En esos casos es recomendable contar con el asesoramiento de una consultoría de protección de datos. Además, se deberá elegir una que esté especializada en el derecho de las nuevas tecnologías, para asegurarse de que conoce a la perfección el mundo de la protección de datos y vela por los intereses de la empresa ante un ataque de un ‘troll’.

Así, la empresa o usuario que sea víctima de un ataque ‘troll’ tiene de su parte la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSICE). El no cumplimiento de esta norma, aprobada en 2002, puede acarrear sanciones de 30.000 hasta 600.000 euros. Por otra parte, también contará con el amparo de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) de 1999.

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