Cada vez con más frecuencia los noticiarios informan sobre catástrofes naturales, accidentes o ataques terroristas en los que se ven afectadas muchas personas. No es necesario alejarse del lugar de residencia para vivir ciertas desgracias en primera persona, ya que, por ejemplo, en los incendios de cada verano, y como ha ocurrido en más de una ocasión, las autoridades han desalojado zonas habitadas para evitar que los residentes pudieran sufrir desgracias personales.
Cuando se produce una catástrofe de este tipo, suelen ser provocadas por varias circunstancias, algunas de las cuales guardan relación con las comunicaciones y, otras, con lo expuestos que quedan los datos personales cuando suceden tragedias.
El Derecho en las nuevas tecnologías
Cuando tiene lugar una catástrofe, lo habitual es que familiares y personas allegadas del posible perjudicado quieran ponerse en contacto con ellos. Esto puede llegar a colapsar las redes y provocar angustia si se comprueba que no se recibe una respuesta, cuando, posiblemente, al otro lado, los familiares se encuentren bien y la ausencia de respuesta se deba a que no han tenido la posibilidad de coger su teléfono, por ejemplo.
La red social Facebook lanzó un servicio que ponía solución a este problema, el Safety Check. El funcionamiento de esta aplicación es, aproximadamente, el siguiente. Cuando se produce algún tipo de desastre es activado por el propio Facebook. Una vez activado y gracias a un sencillo sistema de notificaciones se puede establecer una comunicación con las personas que se encuentren en la zona y saber si están bien. Facebook es la tercera red social en cuanto al número de horas de uso, lo cual da una idea de su integración y garantiza, casi con total seguridad, que, a través de la aplicación de Safety Check, se va saber de estos familiares.
Cuando la posible víctima está en una situación que provoca cierto estrés y ansiedad, el problema al que se enfrenta es que desatienda detalles que tienen que ver con su información personal, por ejemplo, los datos personales. En esos momentos, para la víctima la prioridad es comunicar a los suyos que está bien y puede ocurrir que, sin ser consciente de ello, comprometa información de ámbito privado que no quería compartir. Por ello, tanto para particulares como para empresas es aconsejable configurar correctamente las opciones de privacidad de Facebook.
La LSSICE y la LOPD regulan las obligaciones de los proveedores de servicios
Facebook ha tenido que adaptarse a lo que exige la ley, pero se debe saber que las opciones de privacidad no se aplican por defecto, es el propio usuario quien desde su perfil tiene que activarlas y personalizarlas.
Se pueden explorar estas opciones de privacidad de la red social para comprobar qué cantidad de información privada se puede llegar a compartir. Facebook es solo un ejemplo, ellos hacen negocio con los datos, pero la ley está del lado de los usuarios. Si se tienen dudas, hay que ponerse en manos de una consultoría de protección de datos, donde asesorarán de la mejor manera posible para que la información personal y la de la empresa no se vea comprometida.
