El Derecho de las nuevas tecnologias, aparte de la LOPD y LSSICE, abarca una gran cantidad de materias, que requieren una constante actualización. Una de ellas es la navegación anónima. En este aspecto, vale la pena afirmar, como punto de partida, que la navegación anónima, en sentido estricto, no existe.
Consultoría de protección de datos: navegación anónima
La navegación anónima se emplea, a grandes rasgos, para evitar dar información personal o sobre las pautas de uso de Internet. Su finalidad resulta obvia: mantener la privacidad y confidencialidad deseadas por el usuario. En cierto modo, se trata de dos pautas cuya protección debería darse por sentada.
Sin embargo, más allá de la creciente protección promovida por las agencias, hay empresas que hacen acopio de datos personales en base a sus intereses comerciales (por ejemplo, Twitter y Facebook). También hay gobiernos y agencias de espionaje que recaban datos personales y se escudan, para ello, en razones poco explicitadas de seguridad nacional. En estos casos, se producen vulneraciones notables de la protección de datos personales. Asimismo, hay hackers o piratas informáticos que también roban estos datos con fines, evidentemente, ilícitos.
Por todo ello, la navegación anónima resulta muy preciada. Por ejemplo, en las dictaduras que ejercen un férreo control sobre la utilización de Internet por parte de sus ciudadanos. Cabe señalar, por otra parte, que no se debe tener la tentación de utilizar la navegación anónima para objetivos ilegales. Aparte de constituir un comportamiento reprobable, la Policía cuenta con los recursos oportunos para detectar quiénes cometen los ciberdelitos realizados desde las navegaciones anónimas.
Una vía de navegación anónima compatible con el Derecho de las nuevas tecnologias
Una manera de navegar anónimamente consiste en hacer uso de una red TOR. Se trata de las siglas inglesas de The Onion Router. En castellano, se traducen por Enrutamiento de Cebolla. Grosso modo, es una red de comunicaciones que funciona mediante un software libre y de manera superpuesta a Internet. La información de conexión del usuario es rebotada por diversos nodos antes de llegar al servidor de la web que se va a visitar.
Aunque la navegación anónima es imposible, como se señaló al principio de este texto, un uso responsable de TOR puede, en la mayoría de los contextos, garantizarla.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta una serie de medidas que contribuirán a favorecerla, como las siguientes:
– No utilizar TOR con Windows
– Buscar alternativas a la conexión mediante TOR Browser Bundle
– Evitar las búsquedas en Google
– No visitar la misma página web dentro y fuera de TOR
– No publicar datos personales
– No activar Java, JavaScript o Flash
– No usar el teléfono móvil para llevar a cabo una identificación mediante dos fases
– No enviar datos sin encriptar (TOR encripta la ruta en lugar de la información)
– Hay que acordarse de eliminar las cookies
– Es preciso llevar a cabo actualizaciones periódicas del cliente de TOR
Por último, no está de más recordar que es aconsejable recurrir a los servicios de una consultoría de protección de datos para recibir asesoramiento acerca de la navegación anónima.
