A pesar de los esfuerzos del Gobierno, implantando leyes como la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) o la LSSICE (Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico), muchos comportamientos de las personas hacen que sus datos personales estén expuestos a cualquiera que quiera mirarlos y tenga unos conocimientos medios del mundo del hackeo.
La Agencia Española de Protección de Datos, así como toda consultoría de protección de datos y los expertos en Derecho en nuevas tecnologías, advierte del crecimiento de robo de datos personales sobre todo en dispositivos móviles: la mayoría de las personas utilizan su smartphone y tablet a diario, sin tener conocimiento de cómo hacerlo de manera segura y exponiendo datos bancarios, fotografías y demás documentos al alcance de siniestros personajes.
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Pero utilizar el teléfono móvil no tiene por qué convertirse en un riesgo para la intimidad de las personas si se siguen estas sencillas recomendaciones:
1. Mantener el sistema operativo actualizado. Cada versión nueva cuenta con nuevas medidas de seguridad, por lo que tener instalada la última es altamente recomendable.
2. Tener precaución al conectarse a WiFi públicas o evitar conectarse.
3. Tener WiFi, Bluetooth y NFC desactivados. Activarlos solo cuando se vayan a utilizar.
4. Instalación de un antivirus.
5. Instalación desde repositorios de confianza. Nunca se deben descargar apps de sitios desconocidos.
6. Instalación de CONAN Mobile en el caso de usuarios de Android (link de descarga). Es una app que señala los riesgos a los que se expone el dispositivo móvil.
7. Dotarse de una protección en caso de robo o pérdida.
8. Llamar solo a teléfonos cuya titularidad se conozca. Cada vez crecen más las estafas por llamar a números de tarificación especial.
9. No hacer root o jailbreaks.
10. Creación de varios perfiles si un dispositivo va a ser utilizado por varias personas.
Siguiendo estas recomendaciones, puede decirse que todo smartphone es más seguro.
