Todas las empresas y autónomos están obligados a adaptarse a la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) y a contemplar la Ley de Servicios de la Sociedad de Información (LSSICE) cuando trabajen con datos de carácter personal a fin de almacenar y proteger de forma correcta este tipo de información.
El temor a ser apercibido por la Agencia Española de Protección de Datos o, en el peor de los casos, sancionado, ha generado una tendencia tan reciente como preocupante: los falsos asesores de empresas de protección de datos.
Rápido y económico. Bajo este servicio exprés, a diario «estafadores» de pymes y autónomos hacen negocio ofreciendo auditorías de los ficheros de seguridad sin ningún tipo de garantía legal, incluso vía telefónica. La AGPD y los expertos en Derecho de las nuevas tecnologías alertan de que se trata de una práctica fraudulenta que no exime a las empresas de ser multadas si no cumplen con la normativa legal.
[Tweet «Empresas y autónomos están obligados a adaptarse a la Ley Orgánica de Protección de Datos.»]
Trabajar de forma prolongada –no solo en momentos puntuales- con una consultoría de protección de datos que cumpla con los estándares de calidad y que ofrezca personal especializado y certificado, asesoramiento y formación para el reciclaje, es la única garantía de actuar legalmente. Adaptarse a la normativa no es cuestión de rellenar un formulario o de copiar un modelo que le sirve a otra empresa; cada caso debe estudiarse de forma personalizada y adaptarse a la realidad empresarial.
Es recomendable realizar una auditoría de datos de forma anual –o siempre que haya cambios en el tratamiento de los datos personales-. No obstante, hacerlo de la mano de una consultoría profesional de protección de datos es el reto al que se enfrentan cientos de clientes.
Un análisis previo y riguroso de los sistemas de información, que considere la idiosincrasia de cada empresa, mantenido en el tiempo y que implique a los responsables a nivel interno, es fundamental.
