España, por desgracia, es uno de los países que está en el punto de mira de los que producen ataques informáticos, por ello es preciso protegerse adecuadamente ante este tipo de acciones. Los motivos por los que se producen son variados (cibercrimen, hacktivismo, ciberespionaje y ciberguerra).
Los expertos en Derecho y nuevas tecnologías advierten de que los mayores riesgos se centran en ataques dirigidos a distintos medios:
– Hardware (firmware, UEFI, BIOS).
– Ransomware (debilidades en aplicaciones, vulnerabilidades de las transacciones).
– Wearables (phising selectivo).
– Automóviles (escucha de conversaciones, seguimiento).
Además de esto aumentan los robos que tienen que ver con las bases de datos de las empresas, las cuales ya no solo deben centrarse en cumplir con la legalidad vigente (LOPD, LSSICE), sino que también deben protegerse ante los ataques.
De acuerdo con la consultoría de protección de datos, hay que tomar una mayor concienciación de la importancia de estos ataques, en especial en los datos almacenados en los dispositivos wearables y dispositivos móviles, en los que aumenta la cantidad de malware en dispositivos Android, siendo el principal foco los medios de pago, autentificación y aplicaciones empresariales.
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En el entorno empresarial, se recomienda la participación de un director de seguridad de información (CISO) que ayude a mejorar la protección en la empresa frente a los robos de información. El avance de la tecnología hará que estos ataques mejoren su calidad, por ello surgirán seguros especializados en ciberriesgos destinados a mejorar la protección y a exigir una serie de prácticas seguras por parte de los empleados en sus acciones online.
Los cambios que provoca la tecnología obligan a una readaptación constante a un mundo cambiante, en el que el mercado de datos de carácter personal cobra cada vez más importancia. Compañías y particulares tienen en sus manos la seguridad de su propia información.
