Las alertas lanzadas por muchos especialistas en consultoría de protección datos han resultado fundadas: gran parte de nuestra actividad en Internet está sujeta a prácticas poco recomendables o ilegales, por lo que respecta a nuestra privacidad. Las normas generales en Derecho de las Nuevas Tecnologías o, incluso, la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) podrían ser violadas con mucha frecuencia.
El último informe en esta línea es contundente, en lo que concierne a la navegación de los niños. El 41 % de las apps (básicamente, aplicaciones para teléfonos móviles y tabletas) y páginas web estudiadas -unas 1.500- contiene prácticas, al menos, no recomendadas por las autoridades.
La situación se agrava en ciertos aspectos. Hasta el 67 % recopila datos personales y un 50 % comparte esa información con otras organizaciones. Sobre todo, con empresas del sector publicitario que necesitan bases de datos para comercializar con éxito los productos de sus clientes.
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El estudio ha sido realizado por las agencias de protección de datos de 29 países u organizaciones internacionales, como la Unión Europea, en el marco de la Global Privacy Enforcement Network (GPEN), un organismo creado para proteger la privacidad de los ciudadanos. La GPEN estudia las leyes de muchos países y prácticas de las industrias para evitar prácticas abusivas o ilegales tanto de Estados como de empresas.
A la luz del último informe de la GPEN, parece que la mencionada LOPD o la Ley de Servicios de la Sociedad de Información y Comercio Electrónico (LSSICE) podrían ser violadas con cierta frecuencia o impunidad. Algunos especialistas muestran su preocupación y piden reforzar la ley y garantizar su cumplimiento.
El debate sobre la relación de los niños con los aparatos tecnológicos se reaviva. De entrada, hay consenso en los expertos: hay que controlar el uso de Internet de los menores. A la vista de los últimos datos, más aún.