Cualquier campaña de branding debe centrarse en llegar al cliente haciendo que este conozca la marca y sienta lealtad hacia ella. Así, la compañía debe aparecer cuando el usuario lo necesite, buscando el equilibrio entre darse a conocer por el cliente y no llegar a resultar invasiva, ya que esto último genera rechazo.
El error, según las empresas de marketing, es que muchas marcas suelen invertir tiempo y dinero en estar presentes en las redes sociales y los motores de búsqueda como forma de conseguir posicionamiento rápidamente, pero al final, son muchas menos las que consiguen el difícil reto de llegar a permanecer en la mente de los usuarios.
Una estrategia eficaz de branding y de marketing online supone crear ese vínculo de fidelidad y reconocimiento con el usuario, convertirse en su marca de referencia, a la que recurrirá siempre que le surja la necesidad que esta ofrece.
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Pautas para realizar una estrategia de branding
1. Definir la filosofía, objetivos y el público de la marca
En este primer momento, es necesario tener claro el producto o servicio que se ofrece a los clientes. Para ello, la clave está en diferenciarse de la competencia ofreciendo algo distinto y original que le aporte valor añadido al producto. En función de esta decisión se definirá el público al que va dirigido ese producto, sus gustos, hábitos de consumo, edad, entorno geográfico, cómo se comporta o cuáles son sus necesidades.
Además de las potenciales audiencias hay que estudiar también a los stakeholders, que son los grupos de interés que interactúan con la empresa y que resultarán claves para capturar las necesidades de la estrategia. Es fundamental así analizar a los competidores directos, qué hacen, cómo interactúan con las audiencias, sus productos, canales, métodos y tono que utilizan para atraer a los clientes, pero también la evolución económica y los cambios que ha experimentado el mercado. Además de estos, se incluyen en este análisis proveedores, trabajadores, inversores, revistas y medios especializados…
Definidos todos estos aspectos, también deben establecerse los objetivos tanto a corto como a largo plazo, ya que serán los motores que guíen la estrategia de branding.
2. Establecer la personalidad y logo de la marca
Uno de los aspectos más importantes de una estrategia de branding eficaz es crear una brand visión, esto es, lo que la marca busca ser a largo plazo. Para ello, debe plasmar desde el inicio su carácter, reconocible por todos sus usuarios tanto habituales como potenciales. En este sentido, un componente de gran valor para crear esta identidad a la marca es el logo; escoger la imagen, sus colores, símbolos o tipografía, que sea atractiva y legible en cualquier formato, será la mejor manera de conformar la marca.
3. La web y su contenido
Una vez que están claros los valores de la empresa, su identidad y el logo, es momento de elaborar una web que sea acorde con todo lo expresado anteriormente. Esta debe resultar atractiva, útil y accesible tanto para los visitantes como para nosotros mismos. Aquí deben incluirse elementos visuales que se identifiquen con la marca, así como contenido relevante y de interés. Crear una buena imagen de marca reside en ofrecer un producto impecable y único pero también promocionarlo con información fresca y atrayente, transmitiendo ser una autoridad en este campo.
4. Interactuar, escuchar y ofrecer soluciones
Estar presente en las redes sociales es, además de un perfecto escaparate para la marca, una forma muy rápida y cercana de crear un vínculo a través del cual interactuar con los usuarios. Este foro público permite a la marca acercarse al usuario, escuchar sus peticiones y demandas y responder con acciones que den credibilidad y confianza a la persona, mostrándole que su opinión importa, pero también promocionando la buena gestión. En esto consiste la reputación online, en conseguir que los clientes hablen bien de la marca, la promocionen y difundan, haciendo que más usuarios se acerquen a probarla.
La mejor forma de conseguirlo es pensando en ellos, no verlos como simples cifras sino como personas, con necesidades y dudas que deben ser respondidas y aclaradas a través de contenidos realmente útiles, atractivos e interesantes. Tomar en serio la experiencia de los usuarios en la web es el elemento diferenciador de cualquier empresa preocupada por mejorar su branding.
5. Monitoreo y estudio de los datos para mejorarlos
Estar siempre alerta sobre lo que se dice de la marca y aceptar las críticas de forma profesional, ofreciendo soluciones eficaces, es una buena manera de mantener la reputación online. Pero además, hay que monitorear periódicamente los datos de la actividad de la empresa y del mercado, para descubrir dónde falla esta y plantear mejoras.
En definitiva, para cualquier consultoría de marketing una estrategia de branding eficaz requiere construir y comunicar las características y valores de la empresa de una forma positiva y diferenciadora. Realizarlo correctamente será la clave para mejorar la reputación, difusión y ventas de cualquier negocio.
