Poner en marcha una estrategia de marketing online no es una tarea fácil. No se trata simplemente de abrir un blog corporativo o crear perfiles en redes sociales donde compartir contenidos. Antes de empezar, deben fijarse unos objetivos y, a partir de ellos, se desarrollará la estrategia más adecuada para cumplirlos, ya sea desde la propia empresa o a través de una consultoría de marketing. ¿Cómo deben fijarse esos objetivos? Siguiendo la técnica SMART.
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George T. Doran acuñó en 1981 el acrónimo SMART para hacer referencia a cómo deben ser los objetivos en el ámbito del marketing online:
– Specific (específico): los objetivos deben ser concretos y precisos. Debe definirse qué se quiere conseguir y cómo, cuándo, dónde y por qué.
– Measurable (medible): los objetivos deben poder medirse de alguna forma. Solo así se podrá analizar si se están cumpliendo o si, de lo contrario, deben adoptarse otras estrategias para lograrlos.
– Attainable (alcanzable): los objetivos planteados deben ser realistas y han de poder cumplirse, teniendo en cuenta los recursos y el tiempo disponibles. Si se plantean objetivos imposibles de conseguir, la empresa sentirá que está fracasando en su propósito.
– Relevant (relevante): la empresa debe tener claro por qué es tan importante cumplir con los objetivos propuestos. Deben suponer un beneficio relevante para la empresa, ya sea tangible (más ventas) o intangible (mejorar la reputación corporativa).
– Time-related (limitado en el tiempo): debe establecerse un plazo determinado en el que cumplir con los objetivos planteados. En consecuencia, debe planificarse bien la estrategia y hay que contar con un equipo organizado para ello. También puede recurrirse a empresas de marketing especializadas que se ocupen de su gestión.
Utilizando la técnica SMART será mucho más sencillo para una empresa definir sus objetivos de marketing y, desde ellos, establecer la estrategia más adecuada para alcanzarlos en un período de tiempo previamente definido.
