El Derecho de las nuevas tecnologías se va adaptando a las innovaciones en materia de hábitos de consumo de la sociedad. En este sentido, recurrir a la consultoría de protección de datos puede sacar de dudas a los emprendedores. Cabe señalar que el comercio electrónico (regulado por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio –LSSICE-) se ha popularizado entre los consumidores españoles. Especialmente, el que se realiza a través de las conexiones a datos de Internet desde las aplicaciones móviles de los smartphones.
Esta circunstancia ha provocado que los empresarios se apresten a crear configuraciones responsives o amigables de sus páginas web (compatibles con una navegación cómoda desde el teléfono inteligente) y desarrollar aplicaciones destinadas a agilizar este tipo de operaciones. En ambos casos, resulta imprescindible someterse a las normativas existentes en materia de comercio electrónico y protección de datos.
Antes de lanzar una app, básicamente, hay que consultar la legislación de referencia al respecto y, sobre todo, la de su sector de mercado concreto. Aspectos comunes y regulaciones sectoriales específicas, por lo tanto. La licencia de uso de la aplicación para el móvil, por su parte, ha de venir acompañada de una explicitación detallada de sus condiciones de uso.
Por lo que respecta a las apps circunscritas al comercio electrónico, deberán suministrar información pormenorizada del proceso de venta a los clientes y confirmaciones seguras de las contrataciones. El uso de las cookies, por otro lado, ha de ser avisado, en la forma determinada por la ley.
En otro orden de cosas, la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPD) implica ciertas obligaciones relativas al envío de comunicaciones comerciales y a la utilización de técnicas de geolocalización.
En definitiva, se abren un nuevo formato de mercado y múltiples oportunidades. Conviene aprovecharlas, pero también se han de tener claros los conceptos asociados a legalidad, seguridad y garantías.
