Los smartphones se han convertido en una herramienta imprescindible para las personas. Por ello, acumulan gran cantidad de datos, muchos de ellos de carácter sensible. Es importante hacer un uso adecuado para evitar que la información pueda ser robada y no conformarse con actuar al amparo del Derecho de nuevas tecnologías y leyes como la LOPD y LSSICE.
Derecho y nuevas tecnologías están, cada vez, más relacionados. Muestra de ello son las leyes anteriormente nombradas (LOPD y LSSICE). Sin embargo, no son suficientes para proteger al usuario de los riesgos de robo de datos que puede sufrir su smartphone.
Entre los consejos ofrecidos por la consultoría de protección de datos de los smartphones, destacan los siguientes:
– Proteger con un código de seguridad la tarjeta SIM. Del mismo modo, establecer un código o patrón que haya que introducir cuando se encienda la pantalla.
– Hacer uso de un programa que sea capaz de rastrear la ubicación del teléfono, si este se pierde o es robado.
– Mantener actualizadas todas las aplicaciones que se utilizan en el teléfono, así como el sistema operativo instalado.
– Evitar instalar aplicaciones que no provengan del gestor oficial del dispositivo: Google Play, para Android; o iTunes, para iPhone, por ejemplo.
– Revisar los permisos de las aplicaciones instaladas y, además, hacer un seguimiento de las conexiones que realizan.
– Controlar las redes inalámbricas a las que se conecta el teléfono. Especialmente, aquellas que no son del entorno de confianza.
– Hacer uso de un antivirus que controle los archivos del teléfono y realizar copias de seguridad periódicas.
Si los usuarios tienen en cuenta estos consejos, les será más fácil proteger su seguridad y evitarán que sus datos puedan acabar siendo robados. Es imprescindible no dar facilidades a aquellos que se dedican al robo de información y, para ello, el usuario debe controlar sus acciones.
