El mundo digital es cada vez más competitivo, de forma que las empresas deben ser capaces de diferenciarse del resto, no ya ofreciendo productos o servicios, sino proporcionando a los clientes experiencias únicas y diferenciadoras. A través de muy diversas estrategias de marketing online como los blogs, newsletters o redes sociales, las compañías se especializan en diseñar momentos que consigan estimular a los internautas e impulsar su compra.
Las empresas de marketing cada día invierten más esfuerzos en realizar correctamente estas estrategias para lograr experiencias excepcionales del cliente. De esta forma, crean nuevos consumidores, fidelizan la clientela y, por tanto, aumentan sus ventas y difusión a través de los canales online.
Para conseguir todo esto necesitan:
– Anticiparse a las necesidades y demandas de los usuarios, invirtiendo en atención al cliente y en una relación de confianza y lealtad hacia la marca.
– Mejorar la calidad de los leads, así como de las entradas a blogs, redes sociales… Deben crear contenido interesante y atractivo, para ser comentado positivamente por usuarios e influencers, lo que aumentará su viralidad.
– Conocer los gustos de los usuarios a través de encuestas, rastreo de redes, buzones de quejas, charlas directas mediante Facebook o Twitter y crear comunidades en lugar de páginas web.
– Otra opción es ofrecer promociones y ofertas para generar tráfico en la web, probar con ideas novedosas para interactuar con los usuarios dándoles protagonismo constante y, por supuesto, ser personal y transparente en los mensajes enviados por la marca.
– Mantener acuerdos con grandes medios y partners para llegar a más gente.
Por otro lado, con la ayuda de una consultoría de marketing se puede conseguir ese vínculo emocional con los clientes mediante la interacción, los contenidos de calidad y la viralidad.
En definitiva, los factores emocionales y experienciales resultan decisivos en los hábitos de compra y deben ser muy bien diseñados para alcanzar el éxito en cualquier campaña.