Si, en alguna ocasión, has formateado un teléfono móvil, probablemente, no te habrás preguntado si era posible recuperar, de alguna manera, esos datos borrados. Los profesionales del Derecho y Nuevas Tecnologías recuerdan la importancia de ser cautelosos, pues no todo lo cubre la LOPD. A continuación, se da respuesta a esta pregunta y los motivos por los cuales puede llevarse a cabo este proceso.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el hecho de formatear no es un proceso seguro, si no se realiza correctamente. Al formatear el teléfono móvil, se desarrolla un proceso de formato rápido, el cual borra los archivos, pero no garantiza la seguridad de que estos no puedan recuperarse posteriormente. A diferencia de este procedimiento, se encuentra el formato completo: constituye un proceso más lento, pero más seguro, ya que evita que puedan recuperarse, en el futuro, los archivos.
Realizar el proceso de recuperación es muy útil para aquellas personas que han borrado sus datos por error, pero puede suponer un dolor de cabeza para quienes formatearon el móvil antes de venderlo y temen que sus datos puedan acabar en manos de terceros. Pese a los esfuerzos del Derecho por legislar en nuevas tecnologías, las leyes LOPD y LSSICE no pueden cubrir las negligencias propias, pero sí las cometidas por empresas privadas como, por ejemplo, empresas de reparación, asistencia o distribución de móviles.
Por ello, la consultoría de protección de datos recomienda que, antes de vender el móvil, se lleven a cabo unas acciones que nos permitan asegurar la protección ante quienes intenten recuperar dichos datos. Una vez formateado, debe cifrarse el teléfono y establecerse una clave para dicho cifrado, para, después, seleccionar la opción “restablecer datos de fábrica”.
Los usuarios de teléfonos móviles son los que tienen que asegurarse de realizar las acciones pertinentes, encaminadas a evitar que sus datos sean robados por otros. Hacer uso de estas recomendaciones evitará problemas futuros.
