¿Quién no ha tenido pesadillas con las llamadas de teleoperadores que insisten durante días para intentar vender un producto en el que no se está interesado? Librarse de ese spam telefónico es fácil con el asesoramiento de una consultoría de protección de datos, expertos en derecho de las nuevas tecnologías o en la LSSICE. Hay grandes expertos en la Ley Orgánica de Protección de Datos o LOPD.
En cualquier caso, a continuación se explican algunos consejos. Primero, es prudente tomar medidas preventivas contra el spam telefónico: evitar dar el número a muchos comercios u organizaciones que lo solicitan, no atender llamadas de números que no estén claramente identificados, pedir al operador telefónico que oculte el número en la guía o incluso pedir la inclusión en la Lista Robinson.
A continuación, no hay que buscar atajos. Se debe huir de fórmulas clásicas para eludir la presión del vendedor. A saber: asegurar que no está en casa el destinatario de la llamada, excusarse diciendo que el servicio ofrecido ya está contratado, colgar una vez se oye la voz del tele operador o, simplemente, no contestar al visionar en la pantalla un número ya conocido.
Finalmente, hay que conocer las normas que protegen del spam telefónico, que también incluye al que se sufre vía correo electrónico. Además de la LOPD, la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico.; la Ley 3/1991 de Competencia Desleal o la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista.
Estas leyes establecen varios principios contra el spam telefónico que se resumen con facilidad: está prohibido el envío de publicidad no expresamente solicitado o autorizado por el receptor. Con el amparo de la legislación, hay que decir que no se quiere el servicio y solicitar el fin de las llamadas.
