Internet es una de las herramientas más poderosas de comunicación que existen en la actualidad, pero también uno de los retos más importantes para los expertos en Derecho. La protección de datos y la privacidad en las redes sociales son algunos de los aspectos que cualquier consultoría y auditoría especializada no puede obviar a la hora de analizar la presencia de una empresa en Internet. La regulación de la publicidad digital es el marco en el que debe debatirse cualquier acción de marketing online.
No cumplir con estas regulaciones puede causar una mala reputación online
Conseguir la confianza del usuario en la red debe ser la prioridad. De hecho, un usuario tiene que poder decidir lo que quiere compartir con las demás personas, y una empresa tiene que saber cumplir con este deseo.
Conseguir regular la publicidad que se publica en Internet pasa por tener en cuenta los conceptos de privacidad y propiedad intelectual, así como el marco legal español de estas actividades, centrado en la adaptación a la LOPD y el cumplimiento de la LSSICE.
Cumplir con el objetivo de regular la publicidad online y el uso de los datos de los usuarios que se hace en la actualidad en cualquier página de Internet implica tener en cuenta el uso de las cookies y la responsabilidad de su uso, así como el concepto de Big Data. El agregado de los datos que se hace en el Big Data implica que se puedan inferir proyecciones de actitudes de los usuarios y, por este camino, seguir ofreciéndoles publicidad específica. Esta situación puede tener implicaciones complicadas, éticamente hablando, si se manejan informaciones sensibles, que pueden afectar al usuario en algún aspecto personal.
Asimismo, es necesario tener presente las consecuencias que puede tener para una empresa el no cumplir con la regulación de la publicidad digital. Además de tener que hacer frente a sanciones económicas, aún es peor el impacto que puede tener en su reputación.
