Acostumbrado a reconocer con un check el envío y con dos la recepción, hace tan solo unos días el usuario de WhatsApp era sorprendido por un elemento inusual en la interfaz de la aplicación: el doble check. Esta vez de color azul, para diferenciarse del gris. El nuevo símbolo llegaba a las pantallas de los teléfonos inteligentes para avisar de la lectura de cada mensaje. Y con él, aterrizó también la polémica. En las redes sociales, la innovación de la compañía filial de Facebook está en boca de todos. El consumidor digital, ahora más que nunca, se encuentra también ante nuevos retos ligados a la privacidad y la actividad en red que tendrán que resolverse para garantizar la protección de datos.
Ya se puede bloquear la confirmación de lectura
Este es un momento en que aspectos como la auditoría de protección de datos y la adaptación a la LOPD o el cumplimiento de la LSSICE (leyes vinculadas a la nueva sociedad de la información) están de máxima actualidad. Según los últimos datos aportados por la consultoría de investigación de mercados The Cocktail Analysis, el 80% de los usuarios de Smartphone usa WhatsApp. En términos globales, el servicio de mensajería instantánea alcanza los 600 millones de consumidores. Todos ellos tienen ahora información sobre si su receptor se ha detenido o no en leer su mensaje, trátese este de un solo destinatario o de la totalidad de un grupo.
Pero tienen también, en este contexto, la opción de seguir conservando su intimidad. La más sencilla, leer el mensaje desde la ventana emergente que se genera al recibirlo. Otra, desactivar los datos móviles o accionar el modo avión antes de entrar a la aplicación. Y todo, en definitiva, a la espera de que los usuarios puedan bloquear la opción de confirmación de lectura. Una posibilidad que WhatsApp ya permite para contener el revuelo y afrontar las críticas más duras que ha recibido desde su creación.
