El sector de la abogacía avanza en su redefinición de estrategia para captar clientes a través del marketing online. La llegada de las nuevas tecnologías, el boom de las redes sociales y la globalización de la información han descubierto, una cantidad ingente de consultas jurídicas de anónimos inmersos en procesos jurídicos o de arbitraje. Con frecuencia, antes de acudir a un despacho de abogados, los particulares plantean su caso en Internet al resto de la comunidad de usuarios como una primera toma de contacto.
Para alguien que desconoce el mundo de los jueces, los estrados, los mazos y las togas resulta de gran ayuda entablar el contacto con otros que atravesaron su misma suerte. Pero ¿se trata esto realmente de una asistencia jurídica de calidad?
La respuesta, sin ningún paliativo, es negativa. De hecho, muchos casos se pierden por carecer de una asistencia jurídica adecuada para cada caso. Defender un litigio judicial corresponde exclusivamente a los juristas colegiados, y son ellos quienes ahora dan forma a estrategias de marketing online y procesos de management nuevos para capturar el mayor número de esas búsquedas y consultas, al tiempo que ofrecen respuestas y soluciones profesionales.
Los despachos de abogados se integran en un área de actividad poco ligada al uso de las TICs. De ahí que muchos se encuentren desbordados ante un inmenso nubarrón tecnológico y apenas sepan cómo disiparlo. La consultoría en marketing online supone una primera toma de contacto para llevar a cabo este proceso.
El diseño de páginas webs que respeten la LOPD, la creación de preguntas frecuentes (FAQs) o de un foro especializado, tener presencia en redes sociales como Twitter o LinkedIn y realizar una auditoría periódica que analice datos, fortalezas y debilidades (internas y externas) son claves para acabar con el inmovilismo digital que les acecha. Los clientes no vienen solos, hay que salir a buscarlos.
