Los piratas informáticos han encontrado en las actualizaciones un nuevo filón para infectar sistemas y hacerse con información de los usuarios mientras que la normativa sobre Protección de Datos endurece la responsabilidad de las empresas, lo que obliga a una adecuación LOPD y a una adaptación LSSICE, para evitar sanciones en una auditoría obligatoria o en una inspección rutinaria. Los proveedores de servicios de telecomunicaciones ya están trasladando a la Agencia de Protección de Datos (AEPD) las brechas de seguridad para datos personales, en aplicación de los cambios legislativos de la UE (Ley de Servidos de la Sociedad de la Información (LSSICE) y la reforma de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD).
Los cambios afectan a las webs que generan ingresos, a las empresas que prestan Servicios de Intermediación (PSSI) – conexión, directorios, buscadores – y a todo organismo que maneje información sobre usuarios.
Además de ponerse en manos de una consultoría, en Madrid u otra ciudad, para que realice las adaptaciones LOPD y LSSICE oportunas, se hace imprescindible evitar que los sistemas informáticos tengan fugas de información.
Las falsas actualizaciones de software son un nuevo método usado para expandir virus informáticos. Estas actualizaciones, tanto de los sistemas operativos como de las aplicaciones instaladas, son necesarias para mantener la seguridad de los equipos. Los propios fabricantes y desarrolladores suelen alertar cuando detectan un fallo y facilitan la actualización.
La Oficina de Seguridad del Internauta alerta qué sitios pirata ofertan actualizaciones (parches) que, de instalarse, conllevan riesgos de robo de información, pérdida de privacidad y suplantación de identidad.
La forma de evitar que los ordenadores queden infectados y se produzca el robo de datos es instalar solo aplicaciones de los sitios oficiales de los fabricantes o desarrolladores y evitar el uso de aplicaciones antiguas que no dispongan de actualizaciones. Se deben evitar las páginas que ofrecen aplicaciones o servicios gratuitos o extremadamente baratos.