Varios estudios recientes han hablado sobre la estrecha relación entre las emociones y el marketing viral. Bien es cierto que cuando una determinada campaña de publicidad llega a emocionarnos somos más propensos a compartirla con nuestros contactos, de manera que aceleramos su difusión hasta convertirla en un éxito viral. Una revisión sobre nuestras estrategias de marketing online nos ayudará a comprobar si nuestras publicaciones cumplen este requisito fundamental de emocionar al usuario de Internet. Con emocionar hacemos referencia a todo aquello que suscita más nuestras emociones que nuestro interés.
Esas reacciones emocionales, impulsivas, son las que nos llevan a hacer adquisiciones compulsivas y a apreciar ciertos intentos publicitarios y compartirlos con aquellas personas que nos importan.
El problema fundamental es establecer en qué punto la emoción pasa de ser positiva a negativa, qué provoca que nuestra intención cambie de querer compartir esa campaña publicitaria a cerrarla por completo e intentar olvidarla. Por este motivo, el asesoramiento en marketing online es aquí más necesario que nunca.
Una buena forma, sencilla y atractiva, de intentar despertar esas emociones es utilizando emoticonos, un lenguaje ya universal que nos permite llegar a personas de todas lenguas y culturas, desde Valencia hasta Melbourne. Los emoticonos permiten realizar curiosas y originales campañas publicitarias, sobre todo ahora que se han incorporado casi 500 nuevos al lenguaje de los emoticonos. Nuevamente aquí la creatividad será la clave y la visita a una consultoría para establecer un adecuado proyecto de marketing es totalmente necesaria . Eso sí, cuando demos con la tecla justa habremos triunfado.
