La protección de los datos personales y del derecho a la intimidad son dos de los factores que más interés están despertando en los últimos años en América Latina. En consonancia con ello, las propias autoridades están promoviendo legislaciones que sitúan esta región del mundo en la vanguardia de la protección de datos.
Esta es la idea que se ha podido extraer de una conferencia internacional, celebrada recientemente en Lima, que bajo el nombre de “A un año del Reglamento de la Ley de Protección de Datos Personales”, se ha llevado a cabo para informar sobre el contenido de esta nueva regulación, que tendrá en Perú un carácter similar al de la LSSICE en España.
En dicha conferencia, se ha recordado como momento fundamental para la auditoría de protección de datos en Latinoamérica, la creación en 2003 de la Red Iberoamericana de Protección de Datos, que ha venido impulsando la creación de marcos normativos de participación supranacional que garantizan una protección adecuada en todos los países de esa región, así como de sus ciudadanos fuera, dentro del ámbito de, por ejemplo, la LOPD.
En la actualidad son más de 150 millones de latinoamericanos los que cuentan con normas y autoridades especializadas en este sentido, además de con diversos organismos de consultoría y denuncia en el caso de entender que sus datos personales están siendo violados.
La idea, sin embargo, no debe transmitir una imagen falsa de total protección en una materia tan sensible como la protección de datos y el derecho a la intimidad. Y ello, fundamentalmente, por dos razones. La primera es la aparición cada vez mayor de Internet como marco de este tipo de infracciones, algo que dificulta su tipificación. La segunda, es el hecho de que solo la prevención y el conocimiento sobre los propios derechos puede garantizarlos adecuadamente.
