En la actualidad Internet se ha convertido, sin duda alguna, en el lugar donde más sensible es la protección de los datos personales. El acceso a una red de carácter mundial y el relativo anonimato que la misma brinda no han hecho sino acrecentar esa sensación de que la adaptación del derecho a la intimidad no ha sido convenientemente conseguida en la Red. Quizás por ello las grandes compañías que operan online buscan en los últimos tiempos lanzar campañas para aumentar dicha seguridad, especialmente a raíz del escándalo sufrido en el pasado año a raíz de la revelación del espionaje generalizado que la NSA estadounidense realizaba en todo el mundo.
La última en incorporarse ha sido Yahoo, que acaba de lanzar una herramienta para encriptar el tráfico en sus centros de datos y así proteger de una forma más específica la intimidad de sus usuarios. La idea es conseguir que tanto los correos electrónicos como cualquier otra información que pase a través de los centros de datos de Yahoo sea indescifrable en la práctica para cualquier agente externo. Algo que permitiría, por ejemplo, que empresarios españoles trabajaran en Madrid con soporte de dicha compañía estando perfectamente adaptados a la nueva LSSICE.
Evidentemente la realidad es mucho más compleja, y, como puede atestiguar cualquier consultoría LOPD, cualquier sistema de encriptación es, por muy avanzado que resulte, falible a la larga, puesto que tarde o temprano podría ser quebrado. Por ello las recomendaciones para trabajar con Yahoo siguen siendo las mismas que se pueden dar para hacerlo con cualquier otro soporte en la Red. Es decir, tener conciencia de los datos que colgamos en Internet y hacer un adecuado uso de los mismos, conociendo la posibilidad de que su opacidad no sea absoluta. Sólo de esta forma podremos prevenir futuras intromisiones y filtraciones no deseadas.
