Hablar de neuromarketing es dar una vuelta de tuerca más al concepto tradicional de marketing que todos tenemos en mente. Con esta estrategia de venta se va más allá de hacer negocio con un producto y se busca la venta enfocada de manera exclusiva a la satisfacción de las necesidades de los clientes, para conseguir así estimularlos a la compra.
Los expertos en neuromarketing se proponen comprender qué necesidades del cliente le llevan a aceptar o rechazar un producto. Es decir, estudian los recursos mediante los cuales una persona desea adquirir lo que se comercializa y genera, por lo tanto, una demanda en el mercado. Y todo este proceso se consigue entender a través de conocer sus reacciones frente a los estímulos que ofrece cada marca.
Conocer las conductas de compra como estrategia de marketing
La gran novedad que ofrece el neuromarketing es que bucea en las operaciones mentales que todos hacemos de manera inconsciente cuando decidimos hacer una compra. De esta manera, esta disciplina consigue conocer con detalle el comportamiento del consumidor, más allá de un producto en concreto.
Conociendo las pautas de consumo, es mucho más viable establecer una estrategia de marketing que nos permita dar a nuestros posibles consumidores las pautas adecuadas para elegir nuestro producto en concreto, y no el de la competencia. Es decir, conseguiremos llegar a apelar a sus emociones y recuerdos positivos para motivarlos a comprar, y hacer que disfruten con ello.
En definitiva, podemos decir que el neuromarketing aporta al marketing tradicional un plus especial: analizar el funcionamiento del cerebro del comprador a la hora de decidir su compra, nos permite encontrar estrategias de comunicación inteligentes, que nos resultarán más rentables a largo plazo.