Prosiguen las reuniones de la subcomisión de redes sociales, que buscan dar solución a un enorme número de incógnitas sobre las comunicaciones a través de estos nuevos modelos de interrelación social y tecnológica.
Corría el otoño del año 2012 cuando el Congreso de los Diputados de Madrid creaba la subcomisión sobre redes sociales. Un grupo de carácter inicialmente muy ambiguo, que se dedicaba al estudio de todos los conflictos posibles relacionados con estas formas comunicativas: desde la protección de la propiedad intelectual, hasta protección de menores, pasando por los sistemas para mantener correctamente estipulado el derecho a la intimidad en lugares virtuales, pero igualmente reales, como Twitter, Facebook y otros.
A día de hoy esta comisión sigue trabajando y sus esfuerzos se van volcando cada vez hacia la protección de los datos personales, así como la prevención de delitos derivados de esas posibles violaciones, como demuestra el hecho de que esta subcomisión dependa directamente del Ministerio de Interior.
En el curso de estos trabajos, la subcomisión ha encargado ponencias a expertos de todos los sectores: la empresa privada, las ciencias jurídicas, la consultoría de protección de datos, la informática, el comercio online o la propiedad intelectual.
Pero si algo ha destacado en las reuniones recientes de esta subcomisión ha sido la polémica sobre la posibilidad o no de mantener el anonimato en internet, auténtico eje de batalla sobre la Red junto con los derechos de autor. En este sentido la mayoría de abogados consultados defendían un “anonimato flexible”, que a priori permitiera al sujeto operar de forma casi fantasma en la Red, pero que en un momento dado permitiera a las autoridades identificar al usuario, tras la comisión de un supuesto delito.
Los derechos de autor, actualmente en boca de todos ante la inminente nueva Ley de Propiedad Intelectual, han sido otro de los temas más nominados en las últimas sesiones. Sin duda un tema apasionante que dará mucho que hablar en próximas fechas.
