Una compra entre empresas acaba de iniciar una nueva era en la mensajería vía móvil y, por ende, en el marketing online. Facebook anunció ayer que ha adquirido el servicio de mensajería más popular del mundo, Whatsapp, llevándose el gato al agua en la competición que tenía con Google por conseguir la compra. De esta manera, la red social se convierte aún en un mayor gigante de Internet.
Para tener Whatsapp dentro de su imperio, Zuckerberg ha pagado una fortuna mucho mayor de lo que en su momento desembolsó por Instagram: nada menos que 16 mil millones de dólares. Pero, de todos modos, lo más importante de esta operación va más allá de la inversión económica, ya que Whatsapp es uno de los canales y soportes publicitarios con un futuro más prometedor.
Las consecuencias de la compra
Facebook no sólo quiere hacer un negocio económico al adquirir Whatsapp. También tiene como objetivo usar este servicio de mensajería para contactar con los jóvenes, que son sus usuarios principales y los que en los últimos tiempos están dejando de lado esta red social.
En principio, Zuckerberg ha dicho que quiere actuar con Whatsapp como hizo con Instagram, es decir, respetando su funcionamiento e independencia. De todos modos, los usuarios ya empiezan a temer la inclusión de publicidad, lo que a largo plazo no sería tan extraño porque la publicidad móvil se está convirtiendo en una de las bases del marketing online actual.
Finalmente, aún debemos destacar otro factor que ha pesado de manera determinante en la compra de Whatsapp: el acceso a la información de los usuarios, sin duda el verdadero generador de riqueza para este tipo de servicios. Hay que recordar que el marketing online está inclinándose cada vez más por el envío de mensajes personalizados al máximo a los posibles usuarios de un producto. Por lo tanto, tener en su poder las bases de datos que poseen Facebook y Whatsapp es una garantía de negocio.