Diversas empresas comienzan a ofrecer descuentos y promociones especiales a sus clientes si éstos les permiten acceder a sus datos personales y comercializar con los mismos. Una situación que empieza a ser preocupante.
Imagine que está a punto de adquirir un producto en una tienda digital. Entonces el comerciante le ofrece un jugoso descuento sobre el precio total del mismo. A cambio, usted solo tendrá que permitirle usar sus datos personales para que él le envíe publicidad perfectamente personalizada a sus necesidades.
Lo cierto es que lo anterior ya venía ocurriendo de forma más o menos extraoficial con las famosas cookies, pero ahora parece que se ha dado un paso más, y algunas empresas estadounidenses realizan importantes descuentos a sus usuarios si les permiten usar sus datos personales.
Evidentemente, cada cual es libre de hacer lo que quiera, siempre que conozca los derechos que le asisten en atención a su protección de la intimidad y los riesgos que entrañan estas cesiones de datos. No obstante, resulta claro que en caso de generalizarse estas prácticas surgirían algunas rutinas poco modélicas, tal y como ha anunciado alguna agencia de protección de datos.
En primer lugar, al primar los productos de los patrocinados de la empresa sobre los demás, se quebraría el principio de libertad e igualdad comercial en la Red. Además, esta corporación tendría libertad para comercializar con esos datos personales, vendiendo o cediendo los mismos a terceros. Por último, la seguridad que debe revestir a estas transacciones podría no estar garantizada en todos sus extremos.
Una situación, pues, que habrá que seguir con especial atención, y que resulta de sumo interés para todos los usuarios de la red.