Siguiendo una serie de pautas muy sencillas se puede conseguir que la protección de la intimidad en internet esté perfectamente garantizada.
Los últimos tiempos han sido especialmente convulsos en materia de protección de datos personales en la red. Los descubrimientos sobre la cooperación entre grandes corporaciones de internet y algunos gobiernos en materia de protección nacional, el llamado caso Snowden, los últimos movimientos en las redes sociales…todo ello ha contribuido a dejar una sensación de indefensión en el internauta que en modo alguno tiene que corresponderse con la realidad.
Y es que mejorar dicha protección es muy sencillo si se siguen una serie de pautas tanto en la navegación habitual como en el uso de redes sociales o en el acceso a nuevas webs. Pero, al margen de dichas pautas, una nueva herramienta denominada MaskMe, recién creada en los Estados Unidos, parece que podrá revolucionar la navegación protegida en los próximos años.
Lo que básicamente hace dicha herramienta, diseñada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es crear en cada web que se visite un correo electrónico falso, que a modo de alias actuará de tal forma en dicha página, manteniendo encriptado al verdadero destinatario. De este modo se reduce notablemente la posibilidad de que usuarios ajenos y hackers puedan comerciar con sus datos personales. Algo que, no obstante, podría plantear problemas de legalidad, como han alertado sectores tales como el de la abogacía y la consultoría de protección de datos personales.
Al margen de la aplicación concreta, sí que merece la pena observar el movimiento continuo que en la actualidad se está dando hacia la mejora en la protección de datos personales en la red. Y es que internet, que hasta hace poco tiempo parecía un lugar donde todo estaba permitido, asiste hoy en día a la oportuna legislación de muchos de sus aspectos más polémicos.
