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El Partido Popular denuncia que en el caso Bárcenas se está vulnerando el derecho a la intimidad

Desde la sede de Génova se advierte que la publicación de diversos datos relacionados con dirigentes y militantes del partido vulnera el derecho a la intimidad.

La alargada sombra del llamado “caso Bárcenas” sobrevuela en estos días todo el ambiente político y jurídico español. Sin embargo, al amparo de descubrimientos y noticias de mayor impacto se pasa de puntillas en ocasiones sobre otros asuntos que también resultan importantes.

Uno de ellos es el que ha denunciado recientemente el Partido Popular, aduciendo que la publicación de diversa documentación relacionada con el caso atenta contra el derecho a la intimidad de varios de sus dirigentes, afiliados o simpatizantes. El PP ha llegado a denunciar estos hechos ante la autoridad judicial competente.

El origen de esta nueva vuelta de tuerca está muy definido, y surgen cuando el diario El País comunica al Partido Popular que tiene en sus manos una documentación que haría referencia a las declaraciones de la renta de varios miles de sus afiliados, con sus nombres, documentos de identificación y cuotas satisfechas al PP. Igual información se poseía de simpatizantes y donantes.

Enterados de esto, desde la dirección de Génova se interpuso la correspondiente demanda, además de haber informado igualmente a la Agencia Española de Protección de Datos. Especialmente polémico resulta el origen de dichos documentos, puesto que el propio partido niega que hayan salido de sus oficinas, y señala directamente a la Agencia Tributaria en su denuncia, argumentando que es allí donde se pierde la pista a esos datos. Letrados y alguna consultoría de protección de datos señalan la gravedad de tales acusaciones, que se presentan como un escándalo en ciernes.

Sin duda este nuevo frente abierto tendrá menor espacio mediático que otros aspectos del llamado “Caso Bárcenas”, que cuentan con un mayor potencial en materia de política interna. Sin embargo, eso no obsta para posar los ojos sobre lo que no es sino un ejemplo de la fragilidad que, en algunas ocasiones, parece existir en España sobre la protección de datos personales.

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