La red es un continuo tráfico de informaciones de todo tipo y desgraciadamente son muchos los usuarios que no dedican un hueco a aplicar la legalidad en la mayoría de sus operaciones en internet. Los blogs son una de las herramientas en dónde más se suele infringir la protección de datos, las imágenes son las grandes olvidadas.
Existe el pensamiento generalizado y erróneo de que todo lo que está colgado en internet es libre de derechos y puede ser reutilizado por todo el mundo. Muchos blogueros freelance suelen recopilar fotos procedentes de la red sin comprobar las condiciones de uso de esas imágenes. Ya sea a través del servicio de imágenes de Google o de plataformas como Flickr o Pinterest, entre otras, es conveniente comprobar que efectivamente podemos hacer uso de las imágenes en nuestras bitácoras personales, y no digamos en una página de empresa. Lo recomendable es acceder al sitio web de procedencia de la imagen y buscar si existe algún enlace a las condiciones de uso de la web o cualquier aviso legal.
Nos centramos en dos casos muy comunes en internet. Cuando el internauta se topa con una imagen bajo el lema de “todos los derechos reservados”, “copyright”, el usuario debe respetar en todo momento la titularidad de esas fotografías y no utilizarlas sin consentimiento expreso del autor. Lo ideal en este caso es ponerse en contacto con el propietario de la imagen y solicitarle permiso por escrito a través de un correo electrónico o similar. Para evitar posibles conflictos legales este proceso debe repetirse incluso aunque no aparezca el icono de copyright.
Otro caso bastante común es que la fotografía o el álbum de imágenes tenga una licencia de uso del tipo Creative Commons o similar. Por regla general en estos casos se suele permitir el uso de la imagen pero siempre bajo unas condiciones expresadas en la propia licencia, y que habría que examinar en cada caso concreto. Lo más habitual es que el propietario de la imagen o la página web donde se aloja exijan ser citados a la hora de publicar su imagen.
Las consultoras de derecho de nuevas tecnologías insisten en la importancia de conocer este tipo de procedimientos legales y aplicarlos para evitar posibles sanciones o denuncias. De hecho es una de las consultas frecuentes tanto a título personal como profesional.
