La nueva norma sobre la protección de datos en Internet desde Bruselas se ha encontrado con la oposición de varios países, aunque los representantes ingleses son quienes han demostrado más claramente su desacuerdo con las bases de esta propuesta. La vicepresidenta de la Comisión Europea no ha dudado en responder que «hay algunos colegas a los que no les gusta que se pongan en práctica los derechos de los ciudadanos».
La postura de los representantes de Reino Unido ha sido apoyada por los de Alemania, Holanda y Francia. Todos ellos consideran que la nueva norma europea de protección de datos en Internet es demasiado burocrática, por lo que va a resultar una traba para el funcionamiento de muchas empresas, lo que redundará en una pérdida de competitividad. Por ello, piden que la negociación sea más larga, con el objetivo de que se puedan solucionar muchos de los flecos pendientes.
Otra de las reivindicaciones pendientes de los países contrarios a la aprobación de la nueva norma europea de protección de datos en Internet es que sea un reglamento de directa aplicación en toda la UE, lo que no permite ninguna flexibilidad de aplicación por parte del gobierno de cada país. Desde el sector de la consultoría de protección de datos, se ha expresado el disgusto por esta actitud.
La propuesta europea
La propuesta europea para una nueva norma de protección de datos en Internet ya ha introducido cambios, con el objetivo de conseguir el mayor quórum posible entre los ministros de los diversos gobiernos europeos. Para empezar, ya se ha cambiado la necesidad del consentimiento «explícito» por el «inequívoco», a la hora de que las webs como Google o Facebook puedan guardar los datos de sus clientes. Lejos de conseguir la unidad, países como Irlanda y Francia han demostrado su desacuerdo por esta decisión.