La aparición en el texto de una figura inédita de carácter obligatorio para ciertas empresas abre el mercado laboral a perfiles hasta ahora poco aprovechados. La nueva normativa europea sobre protección de datos personales, que entrara en vigor a partir del año 2014 esconde en su articulado algunas sorpresas dignas de mención. Una de ellas es la aparición de una figura como la del Delegado de Protección de Datos.
Efectivamente, esta figura ya existía en el pasado, pero su aparición era potestativa, mientras que el reglamento europeo la entiende como obligatoria en todas aquellas empresas que tengan plantillas de más de 250 trabajadores. Además, las autoridades y los organismos públicos también deberán contar con su propio delegado de protección de datos.
Las labores de esta figura serán, fundamentalmente, hacer cumplir el propio reglamento europeo. De forma más específica deberá formar al personal en conocimientos básicos sobre protección de datos, velar por la correcta conservación de la documentación y ejercer de contacto entre las autoridades y la entidad. Además, deberá aplicar estrategias de seguridad, conocer los nuevos sistemas existentes en la materia, y contar con la capacidad para implantarlos. Las empresas podrán optar por asignar esta figura a alguien de sus propios servicios jurídicos, o contratar a una persona externa.
Evidentemente, ello abre una puerta laboral extraordinaria para cualquier titulado en Derecho, abogado o consultoría de protección de datos. Una vía laboral especialmente atractiva, además, por cuanto la persona escogida deberá ser, obviamente, experto en Derecho, pero también poseer amplios conocimientos en nuevas tecnologías, muy especialmente en el uso y manejo de redes sociales. Es este perfil mixto el que hace este puesto tan especial.
Habrá que estar especialmente atentos, por tanto, a la progresiva implantación de esta nueva figura en las empresas. En un primer momento se prevé que las mismas busquen dentro de su propio personal alguien con capacidad para ejercer estas labores, pero no es descartable que pronto se vaya optando cada vez más por una especialización que abrirá nuevos horizontes a muchos expertos en Derecho.
