Hace apenas unos días salió a la luz una noticia nada positiva para el navegador Chrome de Google. Si sueles utilizar la tarjeta para comprar y, además, tus tiendas favoritas son virtuales, deberías seguir leyendo porque te aseguramos que te interesará conocer esto.
Un error de seguridad de gravedad considerable ha sido el que el ladrón cibernético de nacionalidad finlandesa, Viljami Kuosmanen, publicó en su cuenta de Twitter. En ella dijo sin tapujos que era increíblemente sencillo acceder a los datos que algunos navegadores almacenaban sobre los usuarios.
Y no, no es solo Chrome el afectado. Los usuarios de Safari y Ópera también son vulnerables a este espionaje. Pero ¿en qué se traduce esto?
Ya lo decíamos un poco más arriba: si eres de los que hacen compras online usando alguno de estos navegadores, seguro que la opción de autocompletar tus datos está activada (cuando introduces tu nombre y apellidos, dirección, código postal, número de teléfono e incluso el número de tu tarjeta, su caducidad y los dígitos de seguridad). Esto es francamente cómodo, porque así te ahorras tener que buscar tu tarjeta de crédito en la cartera o, si estás haciendo una compra con caducidad en el precio, tienes la tranquilidad de que no cometerás errores que te harán retrasarte y perder tu chollo.
La contrapartida es que estos datos que tu navegador guarda celosamente a la espera de ser necesitados de nuevo se almacenan en un lugar al que, según explicó Kuosmanen, el acceso es relativamente sencillo para aquellos que quieran utilizar tus datos para hacer de las suyas.
El phishing, la técnica para robar tus datos
Así se llama el método que numerosos delincuentes utilizan para llevar a cabo el robo de los datos. Es una forma de redirigir al usuario hacia una página aparentemente legal y segura (como puede ser la de cualquier banco o entidad pública). Algunas que han sido utilizadas para este método son Correos o Banco Popular. ¿Cómo podríamos llegar a pensar que por acceder a este tipo de páginas web van a robarnos nuestros datos para acceder a nuestra cuenta bancaria?
La LOPD, así como la LSSICE, reconocen este tipo de prácticas como fraudulentas. Aunque esto no quiere decir que estemos protegidos de estos ataques cibernéticos. Es necesario que, como usuarios multipantalla y activos en Internet, conozcamos los riesgos a los que nos exponemos y sepamos cómo prevenirlos.
En ocasiones, puede ser realmente útil acudir a una consultoría de protección de datos, donde los asesores conocen de primera mano los riesgos derivados de la confluencia entre el Derecho y las nuevas tecnologías. Porque, aunque cada vez este tipo de hackers sean más escurridizos y, ¿por qué no decirlo?, ingeniosos, la ley, y con ella, los expertos en hacerla cumplir, avanzan para satisfacer las necesidades de aquellos que podrían ver (o han visto) peligrar su seguridad en la inabarcable red que es Internet.
Como todas las malas noticias, podemos decir algo bueno. Y es que si hay algún navegador popular que no se ha visto afectado por esta falla en la seguridad, ese es Firefox.