El perfil de Internet constituye la manera en la que se nos identifica en cada red social. La adaptación a la LOPD, por su parte, obliga a la protección de estos datos. Entre los supuestos de riesgo originados por la disponibilidad de datos personales en los perfiles se encuentran los siguientes: inserción de publicidad hipercontextualizada, pharming, phising, spam, acceso incontrolado al perfil, suplantación de la identidad y revelación de pautas de conducta en la red a través de la instalación y uso de «cookies» sin conocimiento del usuario. Por lo que respecta a la protección de los datos personales contenidos en ficheros públicos y privados, la LOPD establece las obligaciones para garantizarla.
Resulta muy complejo eliminar el rastro de un usuario
Por su parte, la LSSICE comprende supuestos asociados a servicios prestados por vía electrónica o que constituyan actividad económica para el prestador. El recurso a la consultoría o auditoría de los ficheros puede ayudar a cumplir con las leyes citadas.
Sin embargo, fuera del alcance de estas regulaciones puede quedar información del perfil cuya desaparición de Internet resulte deseable. Para eliminarla se recomiendan una serie de acciones y la primera consiste en desactivar las cuentas en redes sociales (Twitter, Google+, LinkedIn, Facebook, etc).
Posteriormente, conviene rastrear los resultados de búsqueda online y contactar con las páginas de las que se quiere desaparecer y con los motores de búsqueda. También debe procederse a desvincular cualquier asociación entre la dirección de correo electrónico y los nicks y sus mensajes correspondientes que desvelen información identificadora, para lo que se requerirá la colaboración de webmasters y administradores de las páginas.
Por último, se aconseja una especial prevención en la creación y difusión de perfiles, ya que resulta complejo eliminar todo rastro generado por la actividad del usuario (también en cuentas ajenas), almacenado en sistemas de respaldo y en los que, al ofrecer la posibilidad de reactivar una cuenta, implican una perdurabilidad de los datos.
